Ya catalogado como pandemia (enfermedad que se expande más allá de las fronteras de un país), el coronavirus no es la primera pandemia que aqueja o ataca a la humanidad, ya han existido antes otras pandemias como la de la viruela allá por los 1520's, la del sarampión por los 1960's, la gripe española allá por los 1918's y la más devastadora (hasta el momento) la peste negra allá por el Siglo XIV, que hasta donde se sabe mató a más de 25 millones de personas, quizá las más cercana a nuestra generación y considerada también pandemia se da por los 1980's, el conocido VIH - SIDA, si bien es cierto se podría diferenciar de las anteriores por el tipo, fue considerada también dentro de esta categoría al ser generada por un virus (microorganismo parásito que contiene material genético y que se introduce en las células para reproducirse en ella).
Es pues este el encuentro más difícil que le toca enfrentar a mi, mejor dicho, nuestra generación hasta el momento, por lo menos de este tipo, por que en realidad hemos tenido una serie de encuentros y duros igual, económicos, sociales, terroristas, pero este, un contrincante inesperado y desconocido, ante el cual nuestra inexperiencia es definitivamente un factor determinante, dicen que en este tipo de encuentros, los más duros o en las peores situaciones, es cuando en realidad vemos de que estamos hechos, nos permite ver el potencial de nuestras armas y herramientas, nuestras debilidades y carencias, posibilidades y amenazas.
Se ven en televisión e internet muchos mensajes motivadores pero de la misma manera se encuentran muchos ejemplos lamentables de lo peor de nosotros, poco o nada de empatía, egoísmo e irrespeto de parte de la gente hacia las personas que tratan de ayudarnos a salir adelante, cuidándonos, advirtiéndonos, protegiéndonos, atendiéndonos, curándonos; ignorancia y prepotencia ante medidas que podrían o que definitivamente mitigarían los daños; avaricia y ambición hasta en los momentos en que deberían ser de mayor honradez e integridad, viendo de lucrar con la ayuda social y humanitaria dirigida a quienes menos tienen; si tuviéramos que guiarnos de estos antecedentes definitivamente y sin lugar a dudas hemos perdido la batalla o la guerra; esta, nuestra sociedad, nuestro tiempo, que no representa otra cosa que el legado que dejaremos a nuestros hijos no vislumbra nada bueno, más aún en una país cuya sociedad es de muy mala memoria, que no aprende de sus errores, que cree o entiende por derecho hacer lo que les da la gana sin que nadie pueda decirles nada, sin tener en cuenta los derechos de los demás, que no entiende que sus derechos terminan donde empiezan los de los demás, una sociedad en donde lo único que interesa es el interés propio, en donde las autoridades elegidas por el pueblo y para gobernar por y para él , dirigen el país para beneficio propio y de unos pocos, preocupándose únicamente de ellos y los beneficios que de ellos puedan conseguir u obtener; de la otra parte y gracias a Dios, están los del otro lado, quienes sacrifican su bienestar por el prójimo, quienes a pesar de lo que representa contagiarse, prosiguen y hasta aumentan sus labores dejando de lado a sus familias, la gran mayoría de ellos no aparecen en televisión ni en internet, solo algunos, son quienes están tras bastidores, felizmente también son vistos y reconocidos por muchos y se les presentan nuestros respetos, admiración y agradecimiento de maneras quizá simples pero representativas dentro de las limitaciones que nos obliga esta maldita pandemia y que el hecho de ayudarlos respetando las medidas que minimicen sus esfuerzos, son de alguna manera un granito de arena a su labor.
Espero podamos o puedan darse cuenta a tiempo y no cuando ya sea tarde, no esperen a que alguien cercano sea víctima para lamentarse y luego dedicarse únicamente a despotricar de lo que no hicieron los demás cuando fueron ellos principalmente quienes no hicieron nada, ni siquiera respetar a los demás, lo peor de todo es que como en toda guerra siempre hay víctimas inocentes, quienes pusieron todo de su parte para colaborar con la lucha pero que por culpa de muchos resultan siendo bajas, bueno fuera, por decirlo de alguna manera, que los únicos afectados fuesen aquellos a quienes les interesó poco lo que podían y debían hacer, penosamente no es así ... pero bueno no queda más que hacerle frente con lo poco o mucho que tenemos a mano .... SON COSAS QUE PASAN .... hasta la próxima, espero podamos estar, que rescatemos y aprendamos de esto
