Regresando a las anécdotas y dejando de lado un poco la monótona realidad, las cosas de siempre, a raíz de una de mis ultimas publicaciones con respecto a como eran las cosas antes, recordé una anécdota muy particular, que suele ser recurrente en aquellas noches de tertulia amical; allá por el año 1986 (uuuufffff) recuerdo habíamos regresado con el AELU categoría 71-72 de jugar por aquel entonces el conocido campeonato Copa La Serena en Chile, la primera salida al extranjero de muchos de nosotros, no era como hoy que ya los chicos conocen varios países desde muy pequeños, vale mencionar que teníamos un equipazo con jugadores como Tito Takayama, Roberto Miyahira, Tito Tamashiro (orejón), Nerito Kuriyama, Andrés Tregear, Paolo Tsuja, Nori Kanashiro, etc pero bueno el regreso marcó una etapa muy importante, a los pocos días de estar en Lima nuevamente, me dieron mi primer juego de llaves ¡¡¡ SIII ya era todo un joven responsable ¡¡¡¡ el primer gran paso a la libertad ¡¡¡¡ y por aquellos días tambien estaba yo ya de enamorado a escondiditas con aquella japonesita que en algún momento mencioné en algún otro relato, a escondidas por que la mamá, una señora pequeñita pero con un carácter que ni pa que les cuento, la pobre señora "no me pasaba ni con agua", se atoraba seguro intentándolo, hasta hoy no sé por que, siempre he sido feito pero no malo, pero bueno, recuerdo fue un domingo, como no nos podíamos ver mucho ni seguido, el domingo la excusa era el grupo parroquial y la misa, ella salía con ese motivo y ya nos encontrábamos en la puerta de la iglesia, chapábamos nuestro "pan del alma" por si preguntaban de que trató la misa y nos escapábamos por allí a dar una vuelta, la mamá de la japonesita fácil la hacía en el SIN, se averiguaba hasta de que trató la misa, por ello el pan del alma.
Bueno, pa hacerla corta, entre vuelta y vuelta, agarraditas de manito y por alli unos piquitos, cuando nos dimos cuenta eran casi la 1 de la mañana, desde casi las 7 que habíamos salido a "misa", eso era pensar en que decir al regreso, la verdad poco me preocupé de que podría decir ella en su casa, la cosa era que diría yo en la mía ¡¡¡¡ ya no era necesario tocar intercomunicador por que ya tenia yo MI LLAVE ¡¡¡ entramos, la dejé en la escalera, ella vivía en el tercer piso, su besito, desearle suerte y cada quien pa su casa; la casa de mis padres tenía una entrada principal muy poco utilizada y la puerta falsa, puerta a la que pertenecía mi llave, era un bendita puerta de esas de fierro que con cada giro a esa hora parecía la campana de la catedral ¡¡¡ pero no quedaba otra, caballero, unas 20 señales de la cruz y pa'lante ¡¡¡¡ por más que recé y pedí , el ruido de la bendita no fue menor, podría jurar que muy por el contrario hizo más ruido de lo normal, la abrí , entré, ahora tocaba cerrar ¡¡¡ eso era sudar ¡¡¡ creo que sudaría menos desactivando un artefacto explosivo, bueno, cerré la puerta, puse la traba, otro lío, pero bueno, esta puerta falsa daba acceso a la casa por la lavandería , pasabas por la cocina y llegabas a la sala a través de una puerta batiente o "vaiven", entraba yo sigiloso y cuidadoso cual avezado ladrón pa no tropezar con nada, empujé la puerta y metí primero la cabeza, todo oscuro, giré la cabeza a ambos lados y nada, hasta hoy no sé para que ya que no podía ver nada igual, ni que fuera gato, pero bueno, pensándome salvado y con tiempo suficiente (toda la noche para pensar en una excusa creíble) cogí la puerta para ayudarla cerrarse sin ruido detrás mio, cuando en eso, no sé si como resultado de ser socio de una asociación de la comunidad japonesa, te daban sin saber algún tipo de habilidad ninja gratuita, no sé si llamarlo sexto sentido o 5 segundos de sentidos superdesarrollados, percibí algo extraño que se acercaba a mi rápidamente por el aire, se escuchaba en medio del silencio y la oscuridad que algo cortaba el aire, solo atiné a agachar la cabeza y PLUMM ¡¡¡¡ algo se estrelló contra la puerta batiente e hizo un ruido infernal, 3 segundos después nuevamente la misma sensación, me agazapé nuevamente y PLUMM ¡¡¡¡ , casi al instante del segundo ruido, la luz ¡¡¡ mi viejita sentada en el comedor que daba directamente a esta puerta a unos 6 mts, cuando miré al piso junto a la puerta, los objetos que ocasionaron el ruido fueron una taza y un plato ¡¡¡¡¡ me los había aventado y apuntado a la cabeza, cual francotirador ¡¡¡ (hoy seguramente estuviera presa acusada de intento de homicidio con objeto contundente) ... lo que vino a continuación creo no es muy difícil de adivinar, el discurso de siempre, pero las palabras que marcaron esta anécdota, mas allá del casi asesinato, fue : no que ibas a misa? acaso recién termina? o me crees cojuda o es que el cura que dió la misa era tartamudo ¡¡¡¡ ... no quiero mencionar que mi viejito también a la mañana siguiente tomó cartas en el asunto ... el si hubiera sido cadena perpetua y eso por que no hay pena de muerte .... santo remedio nunca mas tan tarde sin avisar, se me quitaron las ganas de ir a misa, rezo en casa y 2 meses sin llave ..... SON COSAS QUE PASAN ¡¡¡¡ ...... saludos
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