miércoles, 6 de mayo de 2015

RECUERDOS IMBORRABLES ....

Siempre hay recuerdos que se perennizan, recuerdos de todo ámbito, familiar, amical, laboral, casual, etc de aquellos que te acompañan toda la vida, gracias a Dios tengo muchos en mi vida, buenos y malos, algunos de ellos que a veces pienso quisiera olvidar pero luego recapacito y simplemente llego a la conclusión que aún no siendo buenos, forman parte de mi vida, que la vida no es mas que simplemente las cosas buenas y malas que uno pasa, que vives, sin ellos hubiera sido como no vivir, las cosas buenas te llenan y las malas también, de experiencia, de auto enseñanza, sirven para aprender a conocerse, etc como muchas o la gran mayoría de las que he podido compartir con uds a través de este medio ... recuerdo mucho los viajes a Trujillo en el ford mustang blanco del 66 de mi padre, mi viejo manejando con su clásica gorrita viajera, mi viejita de copiloto y en los parlantes escuchabanse los boleros infaltables en el carro de mi viejo, en el asiento de atrás mi sangre, el loco Douglas jodiendo siempre y yo, algunas   veces   con   alguna   mascota   que   formaba   parte  de  la   familia,
las paradas a comer en el camino en el restaurant "el piloto", los rezos en la gruta de Casma, las visitas a la casa de la abuela y compartir allí con los "primanos" (primos que son como hermanos), la calidez y siempre buen genio de mi querida Tía Dori, mi Tío Lucho y sus anécdotas, los jugos liber y galletas de chocolate, los bizcochos de castañeda, las noches de contar todas las monedas de la caja de la tienda de la abuela y agruparlas envolviéndolas con papel de 10 en 10, las mímicas de las canciones en la ventana de la abuela y el infaltable brinco a la cama, las subidas al altillo prohibido, la casa de la Tía Lucy y el patio de la quinta donde el weón de mi hermano se fracturó un codo, las caminatas con la abuela acompañándola al templo, los rezos de rodillas con ella antes de dormir, su llamarme caballo viejo y su batan, la casa de Yungar y el concolón de la Tía Aida, los cuidados de la "nera" Ana, los partidos en la pista de Aguarico y Yurua con sus arcos de piedra, los juegos de bata, policías y ladrones, trompo, bolitas y canga en el barrio ... recuerdo una noche en la casa de Yungar, ya estaba dormido y Douglas también, de pronto me levantó un quejido de mi viejo pero al levantarme no estaba en su cama ni mi viejita, me levanté y fui hacia la sala de donde venían los quejidos de mi viejo, estaba parado en medio de la sala y mi viejita le despegaba del cuerpo cinta de embalaje con la cual se había "levanta'o" unos relojes y los traía adheridos al cuerpo pegados a lo largo de los brazos, piernas, abdomen etc era o fue una especie de depilación forzada, fue en esta casa donde empezaron mis viejos a darnos aquellos regalos de navidad que aún atesoro, aquí viví las colas que no regaló el APRA  y Alan García para el pan, leche y azúcar, luego llegaron los partidos de menores en el AELU, los primero chimpunes Olímpico que me regaló mi viejo, el los escogió y noté en sus ojos esa sensación de alegría que tiene los padres al darnos algo que quizá anhelaron siempre y no pudieron tener a esa edad por que los abuelos no tenían posibilidad, recuerdo que esa vez de camino de regreso a casa me contó su anécdota de mi Tío Mañuco alentándolo corriendo a su lado por la raya lateral cuando el jugaba y diciéndole : dale hermanito ¡¡¡¡ sigue hermanito ¡¡¡ era su hincha jajajaja, el debut jugando fútbol profesional y faltando unos minutos pal inicio del partido la presencia de mi viejo cuando se suponía que no podría estar por estar en provincia; la expulsión del AELU por un año de encuentros deportivos por que mi viejo le pegó un puñete al arbitro que me expulsó y yo por meterle otro cuando le quiso devolver el mismo; la cerrada y rotura de luna que le metimos a una combi en la avenida Arequipa con mi sangre por que casi nos hace chocar; la broncaza que armamos mi viejito y yo en plena Av Sucre cuando lo cerraron y encima le mentaron la madre (ojo no es que seamos bronqueros ni nada por el estilo); como no mencionar el nacimiento de mi hija, la primera vez que sentí en el alma la sensación de cargarla y las lagrimas que me corrían por el rostro al mirarla a los ojos por primera vez ....... como poder olvidar esto y muchas cosas más con las que no los quiero aburrir, quizá esto sirva y espero con estas líneas colaborar para que se tomen un segundo y recuerden también por unos instantes aquellos recuerdos que grabaron grandes momentos en sus vidas y que seguramente disfrutaran ..... COSAS QUE PASAN ¡¡¡¡ ...... saludos


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