lunes, 25 de mayo de 2015

TRUJILLO EN FAMILIA .....

Desde que recuerdo, las vacaciones en familia siempre eran o se pasaban en Trujillo, por tanto, muchos por no decir todos mis mejores recuerdos de niño se dieron en esa ciudad, mis padres son norteños, mi padre es oriundo de la ciudad de Ascope y mi preciosa madre es trujillana, pues bien, como comprenderán la mayoría de nuestros viajes tenían ese destino y allí : la tienda de la abuelita, en la esquina de San Martín y Gamarra, una bodega, como no acordarse le los ricos bizcochos castañeda, los jugos liber, las galletas de chocolate, las visitas a la casa del chato Pedro (QEPD) y comer los ricos dulces que preparaba su Sra madre (los merengues o suspiros eran mis preferidos), los paseos en la plaza de armas o plazuela Raimondi con mi prima Sheila, las visitas a la tienda y la casa del abuelo Enrique (ver al boxer Rex y al doberman Sultán comer en la mesa), los ceviches en Huanchaco, las visitas a puerto Chicama, etc pero sobretodo lo más bonito y lo que nos marcó a mis hermanos y a mi : la travesía ¡¡¡ el viaje hasta allá y cualquiera de los otros destinos mientras duraban las vacaciones, el mustang blanco del 66 de 8 cilindros de mi viejo, escuchando los infaltables boleros y música criolla en casetes que ponía en el SONY KP 500 (Zenobia, cinco centavitos, cada domingo a las 12, copa rota, etc)  , hasta hoy cuando escuchamos cualquiera de estas canciones con mis hermanos no podemos evitar ese sentimiento de nostalgia que nos invade y a veces si nos acompaña una cerveza es imposible evitar una lagrima, pero bueno, si bien es cierto estos son maravillosos recuerdos no podía faltar una anécdota ¡¡¡¡ 


Mi hija en la tienda de la abuelita

.... llegamos a Trujillo y como siempre, el primer punto de parada era el hotel San Martín, la habitación 210 para nosotros y la 211 pa los viejos, en el segundo piso, donde también estaba la cafetería (dato importante para más adelante) recuerdo que Oscar (el mayor de nosotros) y yo ya nos estábamos acomodando en el cuarto agarrando nuestras camas y mi viejita estaba en el suyo, mi viejo se había quedado abajo conversando, Douglas y Juan también, buscando en que andar jodiendo seguro (Douglas el menor y Juan el que le seguía a Oscar), de pronto escuchamos un grito de mi viejita, Oscar y yo corrimos hacia su habitación como es lógico para ver que sucedía, al entrar encontramos a mi viejita parada en una silla y señalando a un rincón .... había un pericotito ¡¡¡¡ , nuestra primera reacción fue reírnos y ya luego tratar de atraparlo, mientras intentábamos acorralarlo y estando la puerta de la habitación abierta, el pericotito "nos embistió" y salió corriendo por el pasillo, Oscar y yo emprendimos la carrera, corriendo y gritando por el pasillo detrás del indeseado visitante, al final del pasillo estaba la cafetería, que a esa hora, casi la del almuerzo, estaba ocupada por varios comensales, Oscar y yo seguíamos corriendo detrás del pericotito y cuando ya casi lo habíamos alcanzado a mi hermano no se le ocurrió ninguna mejor idea que patearlo ¡¡¡ nuestro pequeño invasor surcó los aires haciendo las veces de una especie de super ratón sin capa y de la misma forma ..... ingreso a la cafetería ¡¡¡¡, la gente que ya se encontraba extrañada y sorprendida por nuestros inesperados gritos a lo largo del pasillo que irrumpían la tranquilidad del hotel, vió como nuestro "amigo" hacía su ingreso aéreo, una  vez  que vimos eso detuvimos la carrera al instante pensando : ta que la jodimos ¡¡¡¡ dimos media vuelta y empezamos a correr en sentido contrario en medio de risas culpables y nerviosas sin querer ver el resultado pero lo imaginábamos al escuchar todos los gritos de las personas ...... COSAS QUE PASAN ¡¡¡¡¡ ....... saludos





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